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Competencia Latinoamericana

Entrevista con André Novais Oliveira, director de «O dia que te conheci»

Entrevista con André Novais Oliveira, director de «O dia que te conheci»

En su tercer largometraje, que forma parte de la Competencia Latinoamericana, el realizador brasileño narra las horas compartidas de dos personajes unidos por un momento importante de la vida; una película que aborda algunos problemas cotidianos sobre la depresión y sus efectos en un relato profundamente humanista. André Novais Oliveira es socio de la productora Filmes de Plástico. Sus películas fueron seleccionadas en festivales como Cannes, Locarno, Rotterdam, Belfort, Torino y Montreal, entre muchos otros, y es actualmente uno de los nombres más reconocidos del cine brasileño.


Como tus otras películas, O dia que te conheci cuenta la historia de unos personajes atravesados por sus condiciones de existencia: sus trabajos, sus cuerpos, la ciudad que habitan y recorren… Pero al mismo tiempo la película se aleja del cine latinoamericano realista para sumergirse en lo cotidiano de otra manera. ¿Te considerás un cineasta realista? ¿Cómo pensás esa relación entre el cine y lo real a través de la ficción?

No me considero un cineasta realista. No sé qué tipo de cineasta soy. Me gusta contar historias. No creo que debamos pensar tanto en esto de la realidad y la ficción. Para mí lo que hago es ficción porque es lo que intento hacer todo el tiempo.

En ese retrato de la cotidianeidad, hay un elemento clave que es el tiempo: el que les lleva a los personajes llegar de un lugar a otro, el que se toman para conversar, las decisiones de cámara y montaje que en vez de ir hacia lo clásico hacen visible esa duración… ¿Cómo concebís y trabajaste esta dimensión temporal?

Me gusta la vida cotidiana. No lo sé, pero creo que ciertas personas y espacios tienen su propio tiempo. Realmente no sé cómo explicar cómo se aplica esto en las películas. Pero el deseo inconsciente quizás sea siempre que quienes miran tengan tiempo suficiente para comprender todos los planos y contemplar esos espacios y a esas personas a un ritmo justo, sin tiempos muertos y sin un ritmo frenético. Es una invitación a ver la película con el tiempo ideal para entenderlo todo. Esto proviene del montaje, el guion y la dirección.

La música está muy presente en varias escenas y las transforma por completo, ¿cómo pensaste esas elecciones?

En otras películas que dirigí, siempre quise llevar la música a algo que aparentemente no estaría presente en esa película. Entonces, la elección de las canciones pretendía dar una cierta extrañeza que ayudara a contar la historia de los personajes con canciones, digamos, propias de esas situaciones cotidianas. Me he sentido muy conectado con la música desde pequeño. Y me siento cómodo con estos experimentos.