La chimera

El protagonista de La chimera es un hombre cualquiera, un poco decadente, un tanto demacrado, pero que tiene una habilidad valiosa: posee un olfato único que le permite identificar los lugares exactos donde están enterrados objetos valiosos para los saqueadores de tumbas. Arthur (Josh O’Connor) acaba de salir de la cárcel gracias a una misteriosa fianza y regresa a su pueblo, donde es recibido por Flora (Isabella Rossellini). Allí volverá a incurrir en pequeños robos para poder subsistir. Como sucedía en Lazzaro felice, Alice Rohrwacher integra al realismo con el más depurado artificio, sin prescindir de la ternura y la nobleza con la que mira a sus personajes. Su cine vuelve a exhibir su capacidad para construir universos propios, que va descifrando como si fuese un juego para el espectador. Su cuarto largometraje es una búsqueda del tesoro donde siempre habrá recompensa.